jueves, 11 de marzo de 2021

CONFLICTO LIMITROFE CON LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

Limite oeste Venezuela, al constituirse como República separada de Colombia, inicio negociaciones para conseguir el reconocimiento internacional. Las primeras misiones diplomáticas enviadas a España con esta finalidad fracasaron. Quince años después (1845), durante la Presidencia de Carlos Soublette, España reconoció a Venezuela como Estado independiente en el tratado de Madrid. Este tratado comprometió a Venezuela a pagar indemnización por los bienes españoles que habían sido confiscados durante la Guerra de Independencia, lo que significó una carga económica mayor para la naciente República, porque Venezuela había reconocido la obligación de pagar el 28,5 % de la deuda externa comprometida por Colombia antes de 1830. Otras naciones como Holanda (1831), Francia (1831), Inglaterra (1834) y Estados Unidos (1835) habían reconocido prontamente a nuestra República. Estas naciones estaban interesadas en el comercio con los países latinoamericanos con la intención de controlar sus mercados. Con este propósito se firmaron tratados de amistad, comercio y navegación con Inglaterra (1834), las ciudades Hanseáticas (1837), Dinamarca (1838), Suecia y Noruega (1840), Francia (1840), Bélgica (1858), Estados Unidos (1860), Italia (1861) y Alemania (desde 1871). La inversión de capital extranjero en Venezuela se sintió tempranamente cuando se fundó en 1838 el primer banco con capital inglés, el Banco Colonial Británico. Luego, en 1848 se creó el Banco Nacional con capital inglés y del Estado venezolano. También hubo inversión de capital extranjero en la instalación de casas comerciales importadoras y exportadoras en los puertos venezolanos, en la construcción de ferrocarriles, en la explotación de minas, etc. Los intereses económicos y geopolíticos de estas naciones extranjeras las llevaron en varias oportunidades a tener injerencias en los asuntos de política interna de nuestro país, en nuestras controversias limítrofes, y se produjeron graves conflictos internacionales como veremos más adelante. Las Repúblicas surgidas en Nuestra América a comienzos del siglo XIX se acogieron al principio jurídico internacional del uti possidetis iuris, según el cual las nuevas naciones conservarían los territorios que poseían antes de lograr su independencia. Pero, como los límites de los territorios coloniales eran imprecisos y confusos, las nuevas Repúblicas tuvieron que buscar arreglos. Prontamente, en 1833, Lino de Pombo, en representación de Colombia, y Santos Michelena, representante de Venezuela, acordaron un proyecto de Tratado de amistad, alianza, comercio, navegación y límites, conocido en nuestra historiografía como Tratado Michelena-Pombo. Santos Michelena en las primeras conversaciones, basándose en el principio del uti possidetis iuris, sostuvo la tesis de que el punto más al norte debía empezar en el cabo de La Vela; mientras que el representante colombiano propuso fijar el inicio de límites en Punta Espada. Finalmente, se llegó al acuerdo de fijar la línea fronteriza en el cabo Chichivacoa. De esta manera Venezuela conservaba buena parte de la península de la Guajira. Este Tratado fue rechazado por el Congreso venezolano en 1840, argumentándose que los límites debían partir en el cabo de La Vela, situado cuarenta millas al oeste; es decir, hasta donde se extendía legalmente la costa venezolana en la Capitanía General de Venezuela. Fracasado el Tratado Pombo-Michelena, en 1844 se nombraron varias comisiones bilaterales que no llegaron a acuerdos definitivos. Fracasadas las negociaciones, ambos países convinieron en someter la disputa al arbitraje del rey de España Alfonso XII, quien no llegó a un fallo porque murió. Fue sucedido por su esposa la reina María Cristina de HabsburgoLorraine, quien en Madrid otorgó un laudo en 1891 que fijó nuevos límites mediante los cuales Venezuela perdía extensos territorios que estaban incluidos en el Tratado Pombo-Michelena. A pesar de las protestas de muchos venezolanos, el Gobierno firmó un pacto con Colombia en 1898. Entonces fue designada una comisión mixta que se encargaría de ejecutar la sentencia arbitral. Como las comisiones que trabajaron en el terreno no encontraron el sitio “los Mogotes llamados Los Frailes”, decidieron que ese sitio era Castilletes y en 1900 se firmó el Acta de Castilletes. La demarcación del resto de la frontera de Venezuela con Colombia culminó con el Tratado de 1941 y ha tenido serias repercusiones hasta el presente. 

Límite Sur, Durante el Liberalismo Amarillo Venezuela confrontó problemas fronterizos con Colombia. El Gobierno de Guzmán Blanco defendió los derechos de Venezuela en la ribera oeste del Orinoco y en la Guajira. En 1874, el gobierno venezolano mandó a fundar un pueblo en las riberas del río Guainía. Colombia consideró esta acción como usurpación de su territorio, trayendo como consecuencia la ruptura de relaciones entre los dos países. Se mantuvieron rotas las relaciones diplomáticas con Colombia hasta 1881 cuando el litigio limítrofe fue puesto a cargo de España que actuaría como árbitro. Desde entonces y hasta la actualidad, las fronteras entre Colombia y Venezuela han mantenido diversos conflictos, sin embargo, Linares (2019) expresa las siguientes consideraciones: El espacio fronterizo colombo-venezolano no solo tiene geografía e historia común, los países comparten las mismas dificultades por el descuido histórico de los gobiernos centrales hacia estos territorios periféricos. Las políticas de seguridad binacional aplicadas no han sido coherentes, ni sostenidas en el tiempo, estas han respondido a los instantes de acercamiento o discordia, y en dar respuesta a una situación fronteriza en un espacio y tiempo determinados, priorizando en el control militar y migratorio, con lo cual se ha desconocido la realidad. La negligencia en la construcción de una política de seguridad fronteriza integral por ambos países obedece al uso de lo fronterizo como estrategia política mediática distractora de los asuntos internos, usada para resaltar los temas de nacionalismos, identidad, soberanía, seguridad y demostración de poder, que justifican la necesidad del gasto militar, prioridad en la inversión del Estado. Una política coherente de seguridad fronteriza entre Estados, independiente de las disparidades del modelo económico o proyecto de país, beneficiaría a ambos gobiernos, generaría ingresos y un mayor control territorial sobre la criminalidad y la violencia. La acción combinada para la paz, y el desarrollo de la frontera, tienen más pros que contras; las potencialidades territoriales están, hay capital social dispuesto, diagnósticos de la situación fronteriza desde la academia y ONG involucradas en el tema, que junto al reciente informe de la CEPAL logran precisar las vulnerabilidades de la frontera y sugieren estrategias por seguir. Superar la situación de frontera en el nivel de crisis que se encuentra pasa por resolver la polarización política en transición al posconflicto en Colombia y de pos-Chávez en Venezuela. Solo parece faltar la voluntad política. 20 

Limite Este, De acuerdo a un artículo de BBC mundo, el pasado de enero (2021), la armada venezolana interceptó dos embarcaciones guyanesas, que acusó de pescar "ilegalmente" en aguas venezolanas. El gobierno de Guyana asegura que el Lady Nayera y el Sea Wolf operaban dentro de su Zona Económica Exclusiva, pero Venezuela alega que estaban en aguas "de indiscutible soberanía venezolana". En este sentido, el presidente guyanés, Irfaan Ali, ha rechazado las acciones de las autoridades venezolanas, que incluyen la creación de una nueva zona marítima denominada "Territorio para el desarrollo de la Fachada Atlántica" con el fin de "salvaguardar" las fronteras y la Zona Económica Exclusiva del país caribeño. Cabe mencionar, que la frontera entre la colonia inglesa de Guyana y Venezuela fue motivo de disputa desde los tiempos de la Independencia. Ya en 1822 el Libertador Simón Bolívar, consciente del problema emitió una protesta ante el gobierno inglés por las incursiones ilegales en la región occidental del Esequibo. Posteriormente, en 1835 la Corona envió al prusiano Robert Shomburgk a explorar las posesiones cedidas por Holanda a Inglaterra en 1814. Este agente dio a conocer públicamente en 1840 un primer mapa que incluía 4920Km cuadrados del territorio venezolano, haciendo conocer las pretensiones expansionistas de Inglaterra al oeste del rio Esequibo. Alejo Fortique, ministro plenipotenciario de Venezuela en Londres, presentó enérgicas protestas, y en respuesta los ingleses publicaron un segundo mapa que incluía una mayor extensión de usurpación de 141930 Km cuadrados, trazando una línea divisoria entre nuestro país y las posesiones inglesas. Desde entonces, Venezuela no abandonó su empeño en elevar protestas que presionaron para que Inglaterra firmara un compromiso en 1850. Dicho compromiso consistía en que ninguno de los dos países podía ocupar el territorio hasta que se llegara a un arreglo. Sin embargo, los ingleses tomaron la Boca del Orinoco (1884) y otorgaron concesiones mineras a empresas particulares en 1887, un año después de que se publicara el mapa con la llamada línea máxima de la aspiración británica que llegaba a la desembocadura de Delta Amacuro en el Orinoco, y hasta el Roraima y la sierra de Pacaraima. En una comunicación, el secretario de Estado para Asuntos Exteriores de Reino Unido, Archibald Primrose, conde de Rosebery, presentó la demarcación de nuevas líneas fronterizas entre ambos países y posteriormente expuso las bases de una potencial negociación con la condición de que a cuenca del río Cuyuní pasase a ser una posesión inglesa a cambio de la Isla de Patos. Ambas misivas fueron rechazadas por el gobierno venezolano y se tramitaron las protestas respectivas. En atención a esta situación, el presidente de la República, Antonio Guzmán Blanco, decretó la creación de una comisión especial encabezada por el ingeniero Jesús Muñoz Tébar, que tuvo como misión evaluar la presencia de los ingleses en la región comprendida por los caños Amacuro y Barima. Para voceros opositores esta medida resultaba insuficiente y hasta cierto grado complaciente, porque dada la gravedad del asunto, el gobierno nacional no debió tener reparos en hacer respetar nuestra soberanía a través de medios más contundentes, incluyendo la movilización militar. Las protestas venezolanas continuaron hasta que se rompieron relaciones diplomáticas con Inglaterra. En respuesta, los ingleses ocuparon Punta Barima (1888) y la margen derecha del río Cuyuní (1894), con presencia de cerca de 6 mil mineros para la extracción de oro. La presencia militar y la progresiva penetración de colonos ingleses en la zona del Cuyuní pusieron en alerta a las autoridades diplomáticas venezolanas. El Gobierno nacional anunció la ruptura de las relaciones diplomáticas con el Gobierno inglés, debido a que éste se negó a reconocer los reclamos hechos por la representación venezolana, referente a la usurpación del territorio venezolano. Para el presidente Antonio Guzmán Blanco, la frontera debía fijarse en el río Esequibo. Este anuncio se dio a conocer luego que el ingeniero Jesús Muñoz Tébar inspeccionara desde la propia Guayana venezolana las infracciones cometidas por los ingleses. Esta agresión imperial respondía a la aparición de minas auríferas en la región, motivo suficiente para que la monarquía inglesa buscara imponer a las autoridades venezolanas un “acuerdo” limítrofe que excediera los límites del río Esequibo. Estados Unidos, en 1895, esgrimiendo la doctrina Monroe, logró que Inglaterra firmara un tratado de arbitraje. Las negociaciones se hicieron, sin participación venezolana, entre el Gobierno inglés y el secretario de Estado estadounidense, Richard Olney. El 2 de febrero de 1897 fue firmado el tratado para determinar la línea divisoria entre Venezuela y la Guayana inglesa. Dicho tratado fue ratificado por el Poder Legislativo venezolano, y desde entonces se reanudaron las relaciones diplomáticas entre las dos naciones. El tribunal se instaló con dos jueces estadounidenses en representación de Venezuela, dos jueces ingleses y un ruso como presidente. Este tribunal dictó sentencia el 3 de octubre de 1899 a favor de Inglaterra. Tres potencias se habían confabulado para despojar 159.500 Km cuadrados de territorio a un país débil. De nada sirvieron los alegatos de José María Rojas, agente venezolano en Paris. Venezuela nunca aceptó el fallo del Tribunal de Paris por considerarlo ilegal e írrito (nulo de toda nulidad). Desde entonces ha mantenido la reclamación, y ahora ante la República Cooperativa de Guyana que obtuvo su independencia de Inglaterra en 1966. En este año ambos Estados suscribieron el Acuerdo de Ginebra, y en 1970 el Protocolo de Puerto España que congelaban las negociaciones por 12 años. Cumplido este lapso, el caso se ha mantenido en manos del Secretario General de la ONU. Actualmente, la Asamblea Nacional de Venezuela instaló una Comisión Especial para la Defensa de la Guayana Esequiba y la Soberanía Territorial, anunció el diputado Hermann Escarrá en rueda de prensa. "Si las partes lo acuerdan habrá que ir a un acuerdo judicial, Venezuela plantea 23 el diálogo directo y con la firmeza inamovible de un pueblo que no está dispuesto a ceder su soberanía", comentó a la televisora telesur (2021). Este no es un tema de grupos, es un tema de la Patria venezolana, este país no está dispuesto a perder un milímetro más de su territorio. Todo nuestro esfuerzo está dirigido a hacer respetar el territorio, aseguró. Escarrá manifestó: "Hay que mantenernos en el acuerdo de Ginebra para buscar una salida a través del diálogo directo y de instrumentos pacíficos para la resolución de este conflicto". Por lo que es un tema que aún está vigente. 

Límite Norte, Holanda y Estados Unidos pretendieron posesionarse de Isla de Aves en 1865. Venezuela pudo conservar la soberanía en la isla una vez sometida la controversia al arbitraje favorable de la Corona española. En 1836, Estados Unidos exigió al Estado venezolano una indemnización por las mercancías arrebatadas a ciudadanos de ese país en Puerto Cabello, durante la “revolución” de las Reformas, ante tal situación, Guzmán Blanco impugnó en 1869 un acuerdo que había firmado Venezuela en el cual se obligaba a pagar a Estados Unidos millón y medio de pesos por supuestos daños ocasionados a las propiedades de estadounidenses en el país durante la Guerra Federal, cuando en realidad solo valían cinco mil pesos. Son célebres las palabras de Guzmán ante el cobro: “Traigan sus cañones y empiecen a dispararlos contra Venezuela, porque no quiere dejarse robar diplomáticamente”. La firme actitud de Guzmán Blanco logró que en 1886 se firmara otro acuerdo menos arbitrario. Por otra parte, en 1856, una flota holandesa emitió un ultimátum al gobierno venezolano exigiendo indemnización a los comerciantes hebreos de Coro, oriundos de Países Bajos y de Curazao, cuyos comercios habían sido saqueados por la población el año anterior. El conflicto se arregló con el compromiso venezolano de cancelarle a los hebreos residenciados en Coro la cantidad de 100.000 pesos y la destitución de autoridades de la provincia. En 1850, Inglaterra en alianza con las Legaciones diplomáticas de Dinamarca, Francia, España, Holanda, Prusia, amenazó con intervención armada para que Venezuela cancelara un millón y cuarto de pesos que adeudaban los beneficiarios de la ley de Espera de 1848. En 1858 se produjo el bloqueo a los puertos venezolanos por una escuadra anglo-francesa que exigía el cumplimiento del Protocolo de Urrutia. Este protocolo comprometía al gobierno venezolano a embarcar hacia el extranjero al depuesto Presidente de la República José Tadeo Monagas, quien se había refugiado en la Legación francesa de Caracas. Levantado el bloqueo se cumplió lo acordado en el protocolo. Venezuela rompió relaciones diplomáticas con Holanda, porque las autoridades de su colonia en Curazao apoyaban a antiguzmancistas que allí se refugiaban. Tampoco transigió Guzmán Blanco al cobro que por igual causa exigió Inglaterra por supuestos daños a sus buques mercantes, a pesar de que la gran potencia envió a nuestras costas un amenazante buque de guerra.

REFERENCIAS 

Linares, R. (2019) Seguridad y política fronteriza: una mirada a la situación de fronteras entre Venezuela y Colombia. [Documento en línea] disponible https://www.redalyc.org/jatsRepo/675/67559606008/html/index.html [Fecha de consulta: 2021, Febrero 01] 

Nuestra historia republicana. Ciencias Sociales. Segundo año. Nivel Educación media. [Documento en línea] Disponible: https://drive.google.com/drive/folders/1ODr9KGOgfSdx6vlcvnDi2o3Vg7 8Q0eyD [Consulta: 2021, Febrero 03] 

Paradas, N. (2021) Por qué se agudizó la disputa por el Esequibo, la zona que enfrenta a Guyana y Venezuela desde hace casi dos siglos. BBC new Mundo [Artículo en línea] Disponible: 26 https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-55812079 [Consulta: 2021, Febrero 05] 

Telesur – JCM (2021) AN de Venezuela instala comisión para la defensa del Esequibo [Artículo en línea] Disponible: https://www.telesurtv.net/news/venezuela-asamblea-nacionescomision-defensa-esequibo-20210125-0038.html [Consulta: 2021, Febrero 06]


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